La correa de distribución desempeña un papel crucial en el correcto rendimiento del motor. Este componente garantiza el funcionamiento adecuado de todo el sistema vinculado al motor y resulta indispensable en vehículos de combustión interna. Sin embargo, los coches eléctricos prescinden de esta pieza. Aquí te proporcionamos información esencial acerca de la correa del coche y los consejos para evitar posibles problemas.
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución es un componente dentado que se enlaza con el cigüeñal y los árboles de levas. El material de esta correa es goma, y su tarea principal consiste en propiciar la rotación de las ruedas del cigüeñal y el árbol de levas, garantizando así el funcionamiento óptimo de cada cilindro del motor.
En caso de que algún mecanismo falle y los árboles de levas o el cigüeñal no estén operativos, el vehículo no podrá moverse. La correa regula los desplazamientos de los pistones, las válvulas de escape y las válvulas de admisión. Por ende, su función también asegura que todos estos mecanismos trabajen de manera sincronizada y simultánea.
Síntomas de avería en la correa de distribución
Este elemento, que no debemos confundir con la correa de servicio, no se encuentra a simple vista al abrir el capó. Por lo general, al levantar el capó, esta suele ubicarse debajo de una cubierta, cerca del compartimento del motor, resguardada del aceite y la suciedad. Es importante no confundirla con la correa de servicio, la cual está visible al abrir el capó y funciona mientras el motor está en marcha.
Por este motivo, es fundamental estar al tanto de los posibles síntomas que podrían indicar una avería en la correa o un principio de fallo en la correa. A continuación, se presentan algunos síntomas clave a tener en cuenta que nos indican que es hora de cambiar la correa de distribución:
- Problemas al arrancar: La dificultad al arrancar señala un posible deterioro de la correa, aunque no necesariamente está rota, ya que, de ser así, el automóvil no arrancaría.
- Fugas de aceite: La aparición de fugas de aceite podría indicar una fisura en la junta entre la correa y el bloque del motor, siendo necesario repararlo para evitar la pérdida total de aceite y posibles daños en el motor.
- Humo excesivo: La emisión de humo en exceso puede sugerir que la correa está próxima a romperse, lo que podría afectar los ciclos de combustión y generar una expulsión excesiva de humo a través del escape.
- Ruidos: La detección de ruidos provenientes de la correa probablemente indique una tensión incorrecta más que un desgaste propiamente dicho.
- Vibraciones: Las vibraciones ocasionadas por problemas en la correa pueden manifestarse tanto cuando el automóvil está en ralentí como durante la circulación. Esto podría deberse a fallas en las válvulas o en los pistones.
- Signos de desgaste: Estos son indicios físicos que se pueden observar en la correa, como desgaste en la superficie, resequedad de la goma, dientes deteriorados o falta de tensión.
Precio de la correa de distribución y su cambio
El conjunto denominado kit de distribución abarca la correa de distribución. En el contexto de una reparación o sustitución, comúnmente durante un mantenimiento recomendado por el fabricante, se procede a la instalación del kit de distribución. El coste de este procedimiento varía generalmente entre 300 y 600 euros, dependiendo de la marca, el modelo y las especificaciones del vehículo. En casos de reparaciones más grandes, que no formen parte del mantenimiento programado, los precios pueden superar los 1.000 euros. Si deseas conocer el presupuesto para la reparación de tu automóvil, puedes solicitar información y agendar una cita en nuestro taller.
¿Cuándo cambiar la correa de distribución?
La frecuencia con la que se debe cambiar la correa o el kit de distribución varía considerablemente. Este componente experimenta un desgaste significativo, ya que está en funcionamiento constantemente cuando el vehículo está en marcha. Una guía clave es consultar el manual de mantenimiento del automóvil y realizar los cambios dentro del período recomendado.
No hay un kilometraje específico, ya que esto depende del tipo de motor, las características del vehículo, el uso y la calidad de los kilómetros recorridos. Considerando todas estas variables, el intervalo de mantenimiento generalmente se encuentra en un rango de 60,000 km a 160,000 km. En caso de no alcanzar estos kilómetros, se sugiere realizar el cambio del kit de distribución cada cinco o seis años desde la adquisición del automóvil.
Si quieres adquirir un vehículo de la gama de Volkswagen, no dudes en visitar nuestro concesionario Volkswagen en Madrid. Nuestros asesores estarán encantados de atenderte. ¡Te esperamos en Ardasa!